sábado, 10 de julio de 2010

Cada vez más claro: Vacaciones y a dieta


Otra vez una fin de semana dedicado a mí. Un nuevo fin de semana trabajando intensamente sobre mi proyecto de vida. Y unas ganas de trabajar que ni este calor sofocante puede aplacar.

Esta vez un objetivo muy concreto: vacaciones y a dieta.

Históricamente hemos sido normalmente incapaces de hacer una dieta en vacaciones. Aunque yo aún diría más. En vacaciones solemos ser incapaces de mantener cualquier norma, rutina, orden o control.

Es un ideal pensar que es fácil hacerlo, porque no lo es. Sin embargo, hay muchas cosas que podemos hacer y nos facilitan treméndamente el trabajo.

Es impresionante como desarrollamos estrategias tan creativas cuando no estamos drogados por el exceso, epatados por la comida. La lucidez nos ayuda a planificar, a tomar conciencia, y seguir!

Pero... ¿que me puede ayudar realmente, de forma práctica, a seguir con mi dieta? llevo 13 kilos perdidos... quiero que sean más... estas son algunas ideas del cómo que hemos podido trabajar hoy:

- yo haré los planes para los demás, que no impliquen comida ni bebida.
- Cambiaré mis rutinas por otras más saludables.
- Siempre organizo y planifico. La improvisación me lleva al desastre seguro.
- No me voy a extender en explicaciones de por qué hago dieta o dejo de hacerla. Es mi proyecto y a mí me hace sentir mejor.
- Tomaré conciencia de mi cuerpo obeso, de lo que no me gusta, para no olvidar mi problema.
- Sustituyo el alcohol por agua o refrescos light
- Disfrutaré de la compañía, del entorno, del paisaje, del relax, dándome cuenta de que son totalmente independientes de la comida.
- No doy pena a los demás por estar a dieta, y no puedo darme pena a mi misma.
- Soy diferente por hacer dieta... pero soy más diferente con tantos kilos de más
- Si salimos a comer, yo elegiré dónde. Será donde esté segura que puedo comer mis cosas de dieta.
- Buscaré el apoyo de los que me quieren para no caer en las miles de trampas que seguro que me pondré.
- me rodearé de personas que me apetezcan, que me caigan bien, que me entretengan, en vez de aburrirme y comer.
- Viviré más en mí y menos en los demás. Disfrutaré de mi vida interior; renunciar a parte de la vida social enriquece mi mundo interno.
- Disfrutaré de pequeños placeres: un buen libro, el sol, la música, cine, una charla hasta las tantas, ver las estrellas... Y encima voy a tener más tiempo para hacerlo, porque no me pasaré horas y horas centrada en comer y en la comida.

domingo, 20 de junio de 2010

The Cinderella Pact

Ayer vi una tonta película de después de comer. Esta vez no me quede dormida como suele ocurrir con esas pelis.

El pacto de Cenicienta. Tres amigas deciden hacer un pacto para adelgazar juntas. Cada una quiere estar delgada por algún motivo, y en el pacto cada una plantea un objetivo "flaco".

CASO 1. Objetivo: bikini en la playa.
Empezó a engordar cuando se casó. Se descuidó. Ha probado mil dietas pero no hay manera.
Se sienta muy mal porque ni siquiera puede ir a la playa con sus hijos. Quiere ponerse un bikini.
Después de un tiempo intentando adelgazar con la dieta, decide operarse porque no ve resultados.
Al final, se hace consciente de su realidad. El objetivo del bikini, después de tantos años de obesidad, no era realista, pero se podrá poner un traje de baño.

CASO 2. Objetivo: Un vestido de ensueño.
La protagonista de la peli siempre ha sido gorda. Es escritora, pero encuentra muchas barreras en su trabajo por su físico, así que no consigue prosperar. Se inventa un alter ego delgado que cobra vida escribiendo una columna de consejos. Al final, se fusiona el alter ego y la chica. Se pone el vestido de ensueño y como Cenicienta conquista a su príncipe.

CASO 3. Objetivo: Vestir de rojo.
Esta mujer no ha sido gorda toda la vida. Empezó a engordar después de algún episodio de acoso sexual en el trabajo. Por no enfrentarse a la situación, escondió debajo de kilos y kilos de grasa a la mujer delgada y atractiva que era.
Este personaje tiene un sentimiento muy curioso de que todas las cosas desagradables que pasan son por su gordura. Justo el día que hacen el pacto, se enfada en una cafetería pensando que las están tratando mal por estar gordas. Cuando está delgada descubre que eso solo estaba en su mente.
Cuando adelgaza consigue enfrentarse a su jefe acosador con gran éxito.

La consigna principal de este grupo de amigas es: HACER LA DIETA JUNTAS. Todas han probado miles de dietas, todas las que hay, con poco resultado y efecto rebote. Sin embargo, nunca han empezado a hacer un tratamiento las 3 a la vez.

Desde vaciar sus armarios de productos hipercalóricos, hasta hacer ejercicio juntas. El compromiso acompañadas es más efectivo.

Como veis, una tonta peli de después de comer... Pero con el tratamiento que sigo ahora, me ha hecho darme cuenta de la realidad de los gordos... más bien de la realidad de los gordos que quieren adelgazar.

Hoy leía en el libro del Dr. Ravenna que el tratamiento funciona:
- Sin transgresiones
- Con constancia
- Acompañados

Hasta una tonta película se da cuenta de la importancia de compartir el proceso. Y yo, también. Me encanta poder compartir un compromiso por la delgadez con personas que me entienden. Me encanta tener un Pacto de Cenicienta con mis compañeras que, como yo, buscan encontrar su verdadero cuerpo.

¿Me acompañas?

lunes, 14 de junio de 2010

Adaptación


Adaptación... mi cuerpo se está intentando adaptar a mi nuevo estilo de vida. Después de 29 años de excesos, dietas y nuevos excesos, descontrol, alimentación cero saludable... Mi cuerpo reacciona al cambio.

Me encuentro vital, con energías, más ágil... Es que ya son 10 kilos perdidos... Pero por otro lado tengo sensaciones extrañas. Mi estómago está un poco loco. En general es como si mi musculatura digestiva estuviera sorprendida y me mendara mensajes de alerta. Mi musculatura percibe el cambio y me pincha para que coma... Me pincha literalmente... Se que no es nada grave, es eso, solo adaptación. Es molesto pero entiendo que es algo bastante lógico.

Lo mismo ocurre con mi conducta. Es increible cuando pienso la cantidad de horas al día que dedicaba a la comida entre pensar, comprar, cocinar, comer, saborear... Horas que ahora tengo libres para otras cosas, sobre todo para pensar en los cambios que me invaden.

Cual ratón buscando más queso, mi cuerpo busca ansioso su lugar. Un lugar saludable, controlado y armónico. Mi cuerpo y yo estamos de acuerdo esta vez...

Adaptarse a una nueva vida es un proceso que pensamos después de cosas como ser padres, perder un familiar, o tener un accidente y "volver a nacer". Sin embargo creo que es mayor cambio el que implica este tratamiento. Cambiar las bases de nuestro comportamiento diario nos abre todo un abanico de opciones que hasta ahora ni siquiera habíamos podido despreciar, porque no conocíamos.

¿Qué me decís del placer de poder enfadarse? ¿Y el placer de incluso poder decirlo? No solo yo me adapto. Entiendo que es mi cambio... pero la adaptación debe venir de todos.

Todo lo que he tapado con comida, con kilos de más, tengo que empezar a sacarlo a la luz. Alguien comentaba en un grupo el temor de algun amigo si al adelgazar cambiaba la persona... No creo que cambie la persona, pero si creo que sacará a su verdadera persona. Todos sacaremos a nuestro verdadero ser, que está ahí debajo de kilos y kilos de grasa inservible. Un YO acobardado, tímido e inexperto. Un YO que ni yo conozco. Un YO al que me tengo que adaptar y readaptar.

¿Puede una dieta provocar tanto cambio? La respuesta para mi es clara. Una dieta no, este tratamiento si.

martes, 8 de junio de 2010

Adelgazo y me divierto


Hoy no he podido ir a la clínica... Tengo unas décimas de fiebre y me encuentro un poco regular. Me he quedado en la camita por la mañana.

Me he puesto contenta al leer un email hoy. El finde tenemos intensivo de gordos. Suena mal llamarlo así, no? Pero me da lo mismo. Intensivo de gordos.

Digo que me divierto porque las sesiones de grupo se intercalan con actividad física. Y la actividad física no tiene por qué ser aburrida. En este caso han programado clases de samba. Y digo yo... ¿No es mucho más fácil adelgazar bailando samba que pasándolo mal? ¿No se adhiere uno más a un tratamiento atractivo que a un tratamiento espartano y austero?

La motivación que despierta en mi este tipo de actividades hace que tenga cada vez más ganas de llevar el tratamiento perfecto y que me conduzca a su fin.

Un fin que es salud, no solo un cuerpo, sino un cuerpo sano. ¿Qué mejor manera que en el sambódromo Ravenna?

Con cosas como esta se que el tratamiento no es caro. Se que es justo el precio que pagamos por un completo programa de actividades para gordos, pensadas para nosotros y con la intención de ayudarnos.

Y es que, la vida está hecha para disfrutar y divertirse, aunque sea dentro de un duro proceso de rehabilitación.

lunes, 7 de junio de 2010

Conflicto interno

uhmmm... Tengo un problemilla... Me he acostumbrado tanto a ir a mis terapias de gordos que necesito ir... Mañana tengo clase de chino a la hora a la que es el grupo... y tengo un conflicto interno. Creo que por una parte prefiero dejar el chino y así poder ir a los gordos, pero por otra parte me fastidia una vez más querer abandonar antes de terminar.

Tengo cierta tendencia a no terminar lo que empiezo, aunque creo que en este caso es mejor terminar mi tratamiento que mi curso de chino. Creo firmemente que los beneficios que me aportará este tratamiento son inmensamente mayores que los que obtendría del chino.

Y aquí me encuentro, un lunes pensativa. Mañana cuando salga de casa ya veré que rumbo cojo con el coche, el de chino o el de los gordos.

La princesa y el guisante


Un guisante, solo uno, pero no debajo del colchón, sino haciendo de despertador de mi yo adicta.

Así empieza mi post y es porque lo veo muy importante y sobre todo, NUEVO PARA MI.

Llevo un par de días pensando en algo que trabajamos en los grupos. Es la importancia de ese guisante de más. Siempre he pensado que un poquito no importa. Quizá me resulta más facil entender que un poquito de cosas calóricas si que importa, pero no tan facil entender que un poco más de lechuga, o ese guisante de más, IMPORTAN.

He podido ver físicamente como un guisante, el guisante, abre la puerta a todo lo demás que queremos comer. Porque si, queremos comer, no nos engañemos...

Así que como la princesa y el guisante nos puede llegar a resultar muy molesto. Ese guisante debajo del colchón, como molesta, y que consecuencias tiene.

Un solo guisante causa la catástrofe. Un solo guisante despierta el ansia, despierta al bicho. Un solo guisante lo echa todo a perder.

No quiero un solo guisante de más, quiero 40 kilos menos. ¿No es más importante el fin que el medio en este caso? El fin justifica los medios... cuantas veces usada esta frase para justificar cosas que sabemos que no están bien, Bien podríamos usarla para dejar de comer el guisante. Y en ese caso si, el fin justifica los medios.

Ni un guisante, chicas, ni un guisante de más.

domingo, 6 de junio de 2010

Buen Dia

Me encanta cuando tengo un dia tan bueno que no me hace falta pensar... ojala sean todos los días como hoy!

Me di cuenta de que mientras haga las cosas bien el resultado llegará, más rápido o más lento, pero llegará... nada más por hoy.

Un mes y 8'5 kilos menos.

sábado, 5 de junio de 2010

Prueba superada

Después de un mes exacto, he salido a comer fuera de casa.

Antes del proceso, la conclusión: en cualquier sitio nos pueden dar comida de dieta.

Esta fin de semana tengo invitados en casa. Ayer cenamos aquí, yo lo mio y los demás lo suyo. Sin problema. Esta mañana hemos decidido salir a comer fuera. En cuanto lo hemos planteado he puesto en marcha todas las estrategias que a lo largo de estos días he aprendido de las sesiones de grupo, porque estar en tratamiento no quiere decir dejar de tener vida social.

He seguido pautas muy cerradas:
1. He planificado antes de salir de casa lo que quería pedir, las horas, mi caldito...
2. Ni siquiera he mirado la carta para no despertar a mi bicho adicto.
3. He seguido un buen consejo y he dicho que era alérgica al aceite, para que no me lo pusieran en la ensalada ni en ningún ingrediente. (parece tonto, pero si dices que estas a dieta les da un poco igual, y si "amenazas" con un shock anafiláctico se asustan un poco y te hacen caso)

Puedo decir que ha sido una prueba superada con éxito. No pensé que sería tan sencillo. Quizá por mi planificación, o puede que por mi concienciación con el problema, no he tenido tentación alguna.

Se que tampoco hay que abusar de esta fuerza y dedicarnos a esponernos constántemente a comida, pero he descubierto que si tengo que hacerlo, PUEDO, si, PUEDO, una vez más es la palabra clave, PUEDO.

En cualquier otro tratamiento hoy hubiera comido las cosas de los demás, aunque fuera "para probar". Esa gran mentira, claro, si si para probar... de probar estoy como estoy.

También me ha ayudado mucho hacer cómplices de mi tratamiento a quienes me han acompañado. Antes de salir les he dicho lo que iba a comer y el apoyo es sorprendente. Me doy cuenta de que no es tan dificil que te ayuden, solo hay que pedirlo claramente. Nadie me ha ofrecido nada, han estado muy atentos a mi comida, mi tiempo, mis ingredientes. Han dado total normalidad a la situación.

¿Por que nos complicamos tanto la vida, cuando a veces es solo cuestión de decidir y comunicar? Quizá logre entenderlo algún día. De momento ya se que PUEDO y que PUEDEN AYUDARME.

jueves, 3 de junio de 2010

Para preparar el menú, no confíe en la 'tele'

Me ha parecido oportuno hacerme eco de esta noticia sobre nutrición publicada en El Mundo. No se trata de buscar culpables sino causas, y aquí tenemos algunas.

* Los alimentos que se anuncian exceden las cantidades recomendadas de grasa y azúcar


MADRID.- La televisión no es buena consejera en lo que a alimentación se refiere. Según un estudio, elaborar la dieta a partir de los productos que habitualmente se publicitan en el medio audiovisual es una apuesta segura por la nutrición desequilibrada.

"Los alimentos que se promocionan en los anuncios de televisión tienden a proporcionar un exceso de los nutrientes asociados con los trastornos crónicos (como la grasa saturada, el colesterol y el sodio) y una carencia de los componentes que protegen contra la enfermedad (como la fibra, las vitaminas A, E y D, el calcio y el potasio)", explican los autores de este trabajo publicado en la revista 'Journal of the American Dietetic Association'.

Dirigidos por Michael Mink, profesor de la Armstrong Atlantic State University de Savannah (EEUU), estos investigadores analizaron la publicidad emitida en 84 horas de programación estadounidense en horario de máxima audiencia y durante otras 12 horas de la mañana de los sábados en un periodo de 28 días del otoño de 2004.

En total, identificaron 3.584 anuncios, un 17% de los cuales correspondían a promociones de alimentos. Con estos comerciales en la mano, y gracias a un programa informático, los científicos evaluaron el perfil nutricional de cada uno de los productos promocionados.

Los resultados de su trabajo fueron claros. Elaborar una dieta de 2.000 calorías únicamente a partir de los alimentos publicitados en televisión suponía consumir "25 veces las raciones recomendada de azúcares y 20 veces lo indicado para las grasas". En cambio, quien ingiriera este particular régimen se quedaría con menos de la mitad de las raciones aconsejadas de verduras, lácteos y frutas.
Cantidades

"El exceso de azúcares y grasas era tan extenso que tomar sólo uno de los productos observados proporcionaría más de tres veces la ración recomendada de azúcares y dos veces y media la porción de grasas", subrayan los investigadores.

En su trabajo, estos autores también hacen hincapié en que la ingesta de estos productos supondría un exceso considerable de proteínas, sodio, grasa saturada y colesterol y, a la vez, una carencia de calcio, vitaminas, fibra y magnesio, entre otros nutrientes.

Las conclusiones de la investigación remarcan que el trabajo en ningún caso ha analizado los hábitos alimenticios que podrían resultar de una exposición prolongada a los anuncios alimenticios en televisión.

Sin embargo, "dado que nuestros hallazgos sugieren que la comida anunciada en televisión se desvían de forma considerable de las guías nutricionales", exponen los investigadores, "sería necesario que futuras investigaciones exploraran el grado en que la publicidad influye en las elecciones de los telespectadores y su comportamiento alimenticio", concluyen.

Por su parte, Jesús Román Martínez, presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, destaca que aunque la publicidad de alimentos en España no es tan agresiva como en EEUU -por lo que los resultados de este trabajo no serían completamente extrapolables a nuestro país- "sí es cierto que no puede elaborarse una dieta a partir únicamente de productos procesados, que es lo que más se promociona".

"Los alimentos básicos, como la fruta, la verdura o el pescado no aparecen en los anuncios y son fundamentales en cualquier alimentación", remarca este especialista, quien indica que "es fundamental fomentar la educación del consumidor para que aprenda a distinguir los productos menos saludables".

miércoles, 2 de junio de 2010

Para dar y tomar


Es increible la potencia que tiene el trabajo terapeutico en grupo. Hoy creo que hemos pensado mucho en lo que damos y lo que nos dan cuando compartimos este espacio y este tiempo.

Un sentimiento aislado es potente, mucho, lo vivimos a diario. Los sentimientos son tan fuertes que provocan cambios físicos. Si estoy triste, lloro; si estoy alegra, sonrío; y así con todo lo que sentimos.

Si esto lo multiplicamos por 2, 4, 8 ... La suma no es aritmática. Hablamos de aumento de la energía en un plano casi espacial. Sentimientos y emociones fluyen como la luz en el universo. Manejamos en pocos segundos miles de registros emocionales y, sabre todo, sabemos que podemos sentir.

Creo que estaba cegada, muy ciega para no ver tantas emociones vitales y quedarme siempre con la misma. Con todo el abanico emocional que existe ¿por que no escogemos en cada momento la respuesta más acertada?

Las emociones que los demás ponen en el grupo, las emociones que nos dan, que nos brindan, son ejemplo de respuestas múltiples. Un pantone emocional diría yo. Toda una gama de respuestas adaptativas que nos ofrecemos unos a otros de forma altruista.

¿Hay algo tan profundo como dar a alguien lo que siento? No puedo poner a lo que siento un lazo rojo, ni meterlo en un sobre, ni pagar mis facturas... pero puedo vivir.

lunes, 31 de mayo de 2010

Suma y siga


Ya llevo 26 días desintoxicándome. 26 días de rehabilitación y cada día puedo ver números mágicos que son resultado de una renuncia activa.

Renuncio a comer para poder ir sumando kilos perdidos en mi tabla de descenso. No a comer realmente... a excederme.

Son 26 días y 7.4 kg perdidos. Es curioso como voy sumando de 200 gr en 200gr... y parece mentira que con cantidades tan pequeñas se hagan sumas grandes. Pero es cierto, no adelgazo directamente pasando de 103 kg a 96. Para llegar tengo que pasar por cada gramo que gané en su momento.

Y así, día tras día, sigo sumando gramos.

Resultado esperado y merecido este descenso, que no es más que una muestra nimia de lo que he de conseguir. Pero como suelen comentar los terapeutas en el grupo de gordos "si hoy he podido, y ayer pude, mañana también voy a poder". Que razonamiento más básico. Que razonamiento más válido. No es excusa el "no puedo" porque en algún momento he podido, luego tendré que buscar, si quiero zafarme de mi reto, nuevas estrategias y excusas.

De momento tengo muy claro que voy a seguir sumando. Y así, sumando y siguiendo, quiero llegar a mi peso.

domingo, 30 de mayo de 2010

Feng Shui


De la doctrina del Feng Shui aprendemos que deshacernos de los trastos viejos y de aquello que no necesitamos nos proporciona bienestar y equilibrio. Por tanto, nuestro cuerpo debe deshacerse de todo lo que no necesita para proporcionarnos bienestar.

No se si científicamente, o pseudocientíficamente, es un hecho extrapolable, pero el caso es que este razonamiento constituye un motivo más para perder el exceso de kilos que me invade desde siempre.

El Feng Shui es el arte de utilizar los elementos a nuestro alcance para hacernos más favorables las energías del planeta. Al igual que debemos evitar los objetos puntiagudos porque son causa de un mal chi, debemos evitar las grasas porque son causa de una mala salud.

No tengo constancia de que las culturas orientales basen su dieta en el Feng Shui; probablemente, lo hagan pero llamándolo de otra manera. Hace poco leía como la población más longeva del mundo, de origen oriental, basaban su dieta en ingerir únicamente lo que necesitan para vivir.

¿Por qué nos da por decidir que nuestro organismo necesita para vivir cantidades ingentes de cualquier cosa? ¿Por qué, si podemos vivir de forma saludable, con 1500 calorías al día, nos empezamos en ingerir 4000? No tiene ningún sentido. Es una especie de Síndrome de Diógenes corporal. Diógenes por conservar kilos inservibles que deberían estar como poco en la basura. Diógenes por, a pesar de estar sobrepasados, seguir comiendo de manera descontrolada y acumulando sobre la acumulación. Y Diógenes por no darnos cuenta de que estamos almacenando deshechos.

sábado, 29 de mayo de 2010

El gusto es mío

Como ya he dicho en varias ocasiones, mi tratamiento es también un proceso de descubrir.

Cada día me doy cuenta de que estoy aprendiendo a encontrar el gusto a las cosas. Bueno, a las cosas y a las comidas.

Puede que sea muy vanal... pero no dejo de pensar en qué puede llevarnos a cocinar los alimentos como lo hacemos los gordos, si la forma saludable de cocinarlos es más apetitosa.

¿Sabe un gordo realmente cómo sabe un buen pescado? Normalmente no. Sabe a aceite, a harina, a patata... a todo menos a pescado. ¿Por qué desvirtuamos de forma tan rastrera la comida? Ejemplos diarios en mi proceso. Cocino un redondo de ternera. Al comprarlo está rodeado de una tira de grasa blanca de cerdo. Quito toda la grasa. Pico cebolla y zanahoria y coloca la carne encima. Añado un poco de sal y una pizca de agua. Después de un rato de horno, un plato delicioso.

Hasta ahora lo que hubiera hecho es: cortar patatas (en vez de verduras), poner encima la carne con la grasa. Bañarlo con una buena cantidad de aceite, espolvorearlo con cientos de hierbas y mucha sal y una vez matado el sabor, asarlo.

No sé por qué lo hacemos. O por qué lo hacía. Pero ahora se que todo tiene una forma saludable y normalmente me gusta, es agradable al paladar, y tiene un sabor nuevo, un sabor puro.

¿Estaremos adulterando nuestra vida de la misma manera que adulteramos la comida? Si quitara todos los complementos innecesarios de mi vida ¿me gustaría más? Lo que es seguro es que quitando distracciones encuentras la esencia... y una vez más mi relación enfermiza con la comida destruye mis posibilidades de vivir plenamente.

Recuerdo...


Recuerdo un poster enorme en una de las paredes del aula de Religión donde ponía: "La primera lección de la vida es compartir".

Debe ser por nuestra cultura, pero yo siempre lo había interpretado de una manera muy material, muy física. Tengo dos manzanas, te doy una. Comparto mi paga con los niños pobres. O incluso ya más trascendental, comparto mis juegos con otros niños.

Hoy me he dado cuenta de algo importante. Una de las bases de mi tratamiento es COMPARTIR. No comparto ni mi dinero, ni mi comida, ni mis juguetes, pero comparto mi tiempo, mis emociones y mis sentimientos.

Ahora entiendo la frase. No se si COMPARTIR es la primera lección de la vida, pero se que es una lección vital.

¿Podemos superar un mal trago sin compartirlo? ¿son iguales nuestras alegrías si nos las quedamos para nosotros solos? He de compartir mis emociones con algo más vivo que la comida, con algo más humano que no se eche a perder si pasan un par de días.

Compartir mi vida de forma compulsiva con la comida me ha llevado a esto. Creo que se puede entender una adicción como la forma compulsiva de compartir con cosas, situaciones, o sustancias no saludables.

No quiero compartir más mi vida con la grasa, ni mi tiempo con los dulces. Quiero compartir mis emociones con quien realmente lo merezca y no con quien (o que) me lleva a una vida esclava de excesos incontrolables.

Quiero compartir mi dolor con quien realmente tenga la capacidad de entender. Quiero compartir mis logros con quien tenga la capacidad de alegrarse. Y quiero compartir mi proceso de curación con quien pueda apoyarme.

jueves, 27 de mayo de 2010

Conjuga el verbo PODER


"Yo puedo""tú puedes""él puede"...

Así pasan los días en mi grupo de gordos.

Hoy me he dado cuenta de ello. Un compañero estaba de despedida. No es que vaya a cruzar el charco, sino que ha finalizado su fase de descenso.

Cuando ves a alguien en esa situación, te parece imposible que hace unos meses fuera gordo, pero lo era. 38 kg en 4 meses y un importante cambio conductual. Él puede... así que yo puedo, todos podemos.


Me ha entrado la curiosidad de saber cómo se consigue llegar a la meta y me he quedado con un estracto de sus palabras:

- No hay que dar tregua a la adicción. Cuando menos te lo esperas empieza a intentar dominar tu comportamiento.
- Confía y haz todo lo que te digan los profesionales.
- Comprometete, ven todos los días.

Parece muy lógico pero me hace pensar... si es tan lógico ¿por qué nunca antes lo he conseguido?

Exceso es exceso

En estos días de descubrimientos contínuos, tengo uno más que añadir a mi lista.

Cualquier exceso lo es per se, independientemente de la cantidad excedida... O algo así. Suena raro, pero hasta ahora creo que no era consciente de ello.

Si para estar saludable tu peso es de 60 kg, da lo mismo que peses 65 o que pases 98, ambos implican un exceso. A veces tendemos a menospreciar un exceso pequeño con frases del tipo "no pasa nada". Pero si que pasa. Por lo general este exceso es solo una parte del camino hacia un exceso mayor.

Si algo debemos tener claro los gordos es que no pasamos de pesar 60 kg a 100 kg en dos días. Es un proceso largo y excesivo. Lo mismo que vivimos cada gramo bajado, deberíamos hacernos conscientes de cada gramo ganado. Los kilos de más son resultado de un esfuerzo para nuestro organismo, lo mismo que el peso ideal lo es de un esfuerzo conductual.

Excederse, por mucho o por poco, rápido o lento, más o menos... Da lo mismo. El resultado sigue siendo el exceso.

Solo un mensaje. Pensemos en todas aquellas cosas que tenemos/hacemos de manera excesiva. Solo por dar pistas (comer, beber, fumar, tener ropa, comprar, hablar, callar, ver la tele, discutir, ... )

miércoles, 26 de mayo de 2010

Nueva amiga



Mi nueva amiga se acuerda de mi.

Mi nueva amiga me presta atención.

Mi nueva amiga reconoce mis esfuerzos.

Mi nueva amiga se da cuenta de cuándo estoy mal.

Mi nueva amiga me echa en falta cuando no me ve... y sabe que es porque algo va mal.

Mi nueva amiga es mi báscula.

Al más estilo Bridget Jones


Como se de Bridget se tratara, empiezo mis dias subiéndome ansiosa a mi amigo el peso. Empiezo la mañana con:
300 g. menos, 0 cigarros (porque no fumo) y me duele la cabeza.




Si en vez de ser 300g. menos fuera 1 kg más, probablemente lo importante del día sería mi dolor de cabeza. "tengo migraña, no puedo mas, que dolor...". Sin embargo empezar a lo Bridget me motiva y me pone positiva y el dolor de cabeza pasa a un segundo o tercer plano hasta el punto de decir pasado un rato "uy, si me sigue doliendo", porque apenas me he dado cuenta de ello.

Empezar el día al estilo Bridget Jones, con un diario del peso, cuando las cosas van bien es genial. Te aporta energía, vitalidad, motivación... pero me asusta pensar en cuando Bridget engorda... ¿Qué va a pasar con ese energía y con mi motivación?

Me pondré algo metafísica... Físicamente la energía ni se crea ni se destruye, la energía se transforma... eso quiere decir que si no me siento con energía para afrontar un nuevo día de tratamiento es probablemente porque la energía la he derivado a otras áreas de mi vida.

Y ahora viene lo importante... ¿qué áreas de mi vida merecen más mi energía que deshacerme de esta adicción? Necesito esa energía, es mía, para mi, para ayudarme en este tratamiento y NO VOY A RENUNCIAR A ELLA!

Subirme al peso por las mañanas será mi "Power Balance" personal, así que si, al más estilo Bridget Jones, empezaré repasando mis logros para impulsarme.

"Cuando llega un momento así, parace imposible seguir viviendo. Y comerse todo lo que contiene el frigorífico parece inevitable. Tengo dos opciones. O me rindo, acepto el estado permamente de soltería y acabo deborada por pastores alemanes, o no. Esta vez escojo que no. No pienso dejarme vencer por un hombre malvado, y un insecto palo norteamericano. En su lugar, escojo el Vodka, y... Chaka Khan."

Me engaño luego... ¿existo?

Es curioso la manera que tenemos de engañarnos. Sabemos la verdad pero nos la tratamos de ocultar... esto es absurdo, ¿verdad?. Pues todos los hacemos.

Sabemos cuál es la verdad y sin embargo nos invaden pensamientos que no son más que una excusa, y yo me pregunto, si realmente sé la verdad, ¿por qué narices necesitos engañarme?

Pues muy facil. La verdad no me gusta, no satisface mis profecías, no cumple con mi realidad, no explica mis problemas... ¡ Que desfachatez! ¿Cómo se permite la verdad hacerme la vida más incómoda? Que facil es decir "no puedo", pero... ¿es verdad que no puedo? No, en realidad prefiero pensarlo para tener una excusa.

Hace años descubrí lo importante que era el proceso de DARSE CUENTA. Seguro que sonaría más bonito utilizando algún anglicismo del tipo "awareness" pero no se entendería tan bien.

Hay tantas cosas de las que darse cuenta que el proceso no cesa nunca. Me doy cuenta de que tengo que darme cuenta. Y de que me doy cuenta hoy? Pues de que me engaño. Ahora solo me queda descubrir todas las mentiras que me digo y convertirlas en verdades como puños, y estoy en proceso.

A nadie le gusta que le mientan... ¿por qué seré tan estúpida de mentirme a mi misma? Ya no mas, me costará, pero me voy a conectar a un polígrafo virtual en forma de blog donde confesarme.

Mi realidad, mejor o peor, es mia, y tengo que hacerme cargo de ella.

lunes, 24 de mayo de 2010

"Gordos Anónimos"

Siempre me ha hecho gracia eso de "Me llamo x, tengo 34 años y llevo 3 meses sin beber".

No es gracioso...

Me llamo Ana, tengo 29 años y llevo 18 días en tratamiento.

Y como yo otros muchos que somos lo suficientemente valientes como para afrontar la situación.

Así lo sentimos y compartimos en nuestras sesiones de grupo. Grupo de gordos. Si, de gordos que queremos dejar de serlo. Y no, no es ridículo, ni da vergüenza, es un reto. Héroes y heroínas comparten todos los días sesiones terapeuticas conmigo. Héroes y heroínas que siguen el mismo camino que yo quiero seguir. El camino del control, de la continencia, de la medida y de salud.

Cada día tengo la oportunidad de compartir con otros gordos mis dificultades y mis logros, y lo hago sabiendo que me entienden, porque ellos también lo viven. No son empáticos, son gordos. SOMOS GORDOS. Tenemos un problema y vamos a solucionarlo. Porque vamos a conseguirlo.

Anabel nos cuenta que lleva en tratamiento 7 meses. Ha perdido 60 kg.

Carolina lleva 5 meses y 37 kg. Un logro mayor, es diabética. Hace 37 kg tenía que pincharse 4 veces al día, hoy ninguna.

Yo, llevo 5 kilos en 19 días. No es nada al lado del logro de los demás, pero puedo compartirlo.

"Hoy estoy contenta porque no he transgredido" o "lo estoy haciendo perfecto"... y yo pienso... ¿Y yo? También puedo hacerlo perfecto, y también puedo no transgredir... así que parece lógico que también pueda conseguir mi objetivo.

Lo que está claro es que cuando salgo de mi "espacio obeso" me siento con ganas de perder todos esos kg y motivada para hacer la dieta perfecta... ¿que secreto esconden estas sesiones? Aun no lo se, se el resultado y me gusta.

La primera diferencia

Por primera vez en mi larga historia de gorda tengo un objetivo desde el primer día.

Cuando llego por primera vez a la clínica peso 103'800kg. Las 3 cifras asustan. Nadie le da importancia , ni pone caras de desaprobación, ni de compasión. Me miden casi hasta la anchura de los dedos. Analizan cada cm de grasa. Pero rápido pasamos al siguiente paso, FIJAR UN OBJETIVO.

No me había dado cuenta de lo importante que es tener un objetivo para hacer las cosas, y más para incorporarse a un tratamiento. Hasta ahora, la meta era siempre algo tan utópico que nunca era clara, ni escrita, simplemente tenía que empezar a adelgazar y el día de mañana ya veremos que pasa. Ahora no. Pasados unos minutos empezamos a hablar de mi objetivo. Acordamos que tengo que llegar a quedarme en 60kg y desde entonces nunca se pierde de vista la meta. Cada kg adelgazado es un kg más cerca del final.

Hace tan solo dos semanas que he empezado el tratamiento, pero puedo compartir mis experiencias con compañeros gordos y acercarse a la meta es alucinante. "llevo 68 kg adelgazados y me encuentro guapa, pero aun me quedan 20" comenta una compañera, "A mi me quedan muy pocos para llegar al mantenimiento" comenta otra. En cada comentario una meta referida, y en cada tratamiento un final previsto.

¿Sería capaz de hacer este esfuerzo si no supiera que en algún momento va a terminar? Probablemente no. ¿Seré capaz de hacerlo conociendo la meta? Creo que si.

Descubrimiento

Si, soy La Dama Blanca, y estoy en apuros.

Hace pocos días descubrí algo que era obvio. Soy adicta. No al alcohol, ni a la coca, ni a los somniferos, sino adicta a la comida.

Me dispongo a recorrer un largo camino de 40 kilos de exceso por reducir, y por lo que veo no solo consiste en no comer sino en cambiar mis esquemas mentales y mi forma de comportarme.

No es facil decir abiertamente "soy adicta", pero he aprendido algo importante los últimos años. Solo aquello de lo que nos hacemos conscientes podemos cambiarlo. Así que una vez consciente de mi realidad me decido a tomar las riendas de la situación.

Después de toda una vida haciendo todos los regímenes que caían en mis manos, después de toda una vida gorda, encuentro una nueva visión, una nueva opción de tratamiento. Me plantean mi problema como tal, como problema, como exceso, como incapacidad para medir, para distanciarme de la comida, para cortar con la comida una vez que he empezado a comer, y es entonces cuando caigo en la cuenta de que mi problema es muy similar al de un heroinómano, el problema es que yo no tengo metadona, y que la comida en su medida es necesaria y vital.

En la Clínica Ravenna me descubren esta nueva visión y por la novedad que supone para mi, quiero compartir mi diario emocional y del cambio, quiero tener un rincón donde decir "hoy me siento debil, quiero comer", o donde decir "estoy a tope de ánimo, seguro que llego a la meta"

Día a día, encontraré la manera más amena de transmitir mi vivencia esperando ser util para otros.