lunes, 24 de mayo de 2010

La primera diferencia

Por primera vez en mi larga historia de gorda tengo un objetivo desde el primer día.

Cuando llego por primera vez a la clínica peso 103'800kg. Las 3 cifras asustan. Nadie le da importancia , ni pone caras de desaprobación, ni de compasión. Me miden casi hasta la anchura de los dedos. Analizan cada cm de grasa. Pero rápido pasamos al siguiente paso, FIJAR UN OBJETIVO.

No me había dado cuenta de lo importante que es tener un objetivo para hacer las cosas, y más para incorporarse a un tratamiento. Hasta ahora, la meta era siempre algo tan utópico que nunca era clara, ni escrita, simplemente tenía que empezar a adelgazar y el día de mañana ya veremos que pasa. Ahora no. Pasados unos minutos empezamos a hablar de mi objetivo. Acordamos que tengo que llegar a quedarme en 60kg y desde entonces nunca se pierde de vista la meta. Cada kg adelgazado es un kg más cerca del final.

Hace tan solo dos semanas que he empezado el tratamiento, pero puedo compartir mis experiencias con compañeros gordos y acercarse a la meta es alucinante. "llevo 68 kg adelgazados y me encuentro guapa, pero aun me quedan 20" comenta una compañera, "A mi me quedan muy pocos para llegar al mantenimiento" comenta otra. En cada comentario una meta referida, y en cada tratamiento un final previsto.

¿Sería capaz de hacer este esfuerzo si no supiera que en algún momento va a terminar? Probablemente no. ¿Seré capaz de hacerlo conociendo la meta? Creo que si.

1 comentario:

  1. Sinceramente tengo una pregunta... ¿60 kg no crees que es muy poco? Un beso fuerte!

    ResponderEliminar