domingo, 20 de junio de 2010

The Cinderella Pact

Ayer vi una tonta película de después de comer. Esta vez no me quede dormida como suele ocurrir con esas pelis.

El pacto de Cenicienta. Tres amigas deciden hacer un pacto para adelgazar juntas. Cada una quiere estar delgada por algún motivo, y en el pacto cada una plantea un objetivo "flaco".

CASO 1. Objetivo: bikini en la playa.
Empezó a engordar cuando se casó. Se descuidó. Ha probado mil dietas pero no hay manera.
Se sienta muy mal porque ni siquiera puede ir a la playa con sus hijos. Quiere ponerse un bikini.
Después de un tiempo intentando adelgazar con la dieta, decide operarse porque no ve resultados.
Al final, se hace consciente de su realidad. El objetivo del bikini, después de tantos años de obesidad, no era realista, pero se podrá poner un traje de baño.

CASO 2. Objetivo: Un vestido de ensueño.
La protagonista de la peli siempre ha sido gorda. Es escritora, pero encuentra muchas barreras en su trabajo por su físico, así que no consigue prosperar. Se inventa un alter ego delgado que cobra vida escribiendo una columna de consejos. Al final, se fusiona el alter ego y la chica. Se pone el vestido de ensueño y como Cenicienta conquista a su príncipe.

CASO 3. Objetivo: Vestir de rojo.
Esta mujer no ha sido gorda toda la vida. Empezó a engordar después de algún episodio de acoso sexual en el trabajo. Por no enfrentarse a la situación, escondió debajo de kilos y kilos de grasa a la mujer delgada y atractiva que era.
Este personaje tiene un sentimiento muy curioso de que todas las cosas desagradables que pasan son por su gordura. Justo el día que hacen el pacto, se enfada en una cafetería pensando que las están tratando mal por estar gordas. Cuando está delgada descubre que eso solo estaba en su mente.
Cuando adelgaza consigue enfrentarse a su jefe acosador con gran éxito.

La consigna principal de este grupo de amigas es: HACER LA DIETA JUNTAS. Todas han probado miles de dietas, todas las que hay, con poco resultado y efecto rebote. Sin embargo, nunca han empezado a hacer un tratamiento las 3 a la vez.

Desde vaciar sus armarios de productos hipercalóricos, hasta hacer ejercicio juntas. El compromiso acompañadas es más efectivo.

Como veis, una tonta peli de después de comer... Pero con el tratamiento que sigo ahora, me ha hecho darme cuenta de la realidad de los gordos... más bien de la realidad de los gordos que quieren adelgazar.

Hoy leía en el libro del Dr. Ravenna que el tratamiento funciona:
- Sin transgresiones
- Con constancia
- Acompañados

Hasta una tonta película se da cuenta de la importancia de compartir el proceso. Y yo, también. Me encanta poder compartir un compromiso por la delgadez con personas que me entienden. Me encanta tener un Pacto de Cenicienta con mis compañeras que, como yo, buscan encontrar su verdadero cuerpo.

¿Me acompañas?

lunes, 14 de junio de 2010

Adaptación


Adaptación... mi cuerpo se está intentando adaptar a mi nuevo estilo de vida. Después de 29 años de excesos, dietas y nuevos excesos, descontrol, alimentación cero saludable... Mi cuerpo reacciona al cambio.

Me encuentro vital, con energías, más ágil... Es que ya son 10 kilos perdidos... Pero por otro lado tengo sensaciones extrañas. Mi estómago está un poco loco. En general es como si mi musculatura digestiva estuviera sorprendida y me mendara mensajes de alerta. Mi musculatura percibe el cambio y me pincha para que coma... Me pincha literalmente... Se que no es nada grave, es eso, solo adaptación. Es molesto pero entiendo que es algo bastante lógico.

Lo mismo ocurre con mi conducta. Es increible cuando pienso la cantidad de horas al día que dedicaba a la comida entre pensar, comprar, cocinar, comer, saborear... Horas que ahora tengo libres para otras cosas, sobre todo para pensar en los cambios que me invaden.

Cual ratón buscando más queso, mi cuerpo busca ansioso su lugar. Un lugar saludable, controlado y armónico. Mi cuerpo y yo estamos de acuerdo esta vez...

Adaptarse a una nueva vida es un proceso que pensamos después de cosas como ser padres, perder un familiar, o tener un accidente y "volver a nacer". Sin embargo creo que es mayor cambio el que implica este tratamiento. Cambiar las bases de nuestro comportamiento diario nos abre todo un abanico de opciones que hasta ahora ni siquiera habíamos podido despreciar, porque no conocíamos.

¿Qué me decís del placer de poder enfadarse? ¿Y el placer de incluso poder decirlo? No solo yo me adapto. Entiendo que es mi cambio... pero la adaptación debe venir de todos.

Todo lo que he tapado con comida, con kilos de más, tengo que empezar a sacarlo a la luz. Alguien comentaba en un grupo el temor de algun amigo si al adelgazar cambiaba la persona... No creo que cambie la persona, pero si creo que sacará a su verdadera persona. Todos sacaremos a nuestro verdadero ser, que está ahí debajo de kilos y kilos de grasa inservible. Un YO acobardado, tímido e inexperto. Un YO que ni yo conozco. Un YO al que me tengo que adaptar y readaptar.

¿Puede una dieta provocar tanto cambio? La respuesta para mi es clara. Una dieta no, este tratamiento si.

martes, 8 de junio de 2010

Adelgazo y me divierto


Hoy no he podido ir a la clínica... Tengo unas décimas de fiebre y me encuentro un poco regular. Me he quedado en la camita por la mañana.

Me he puesto contenta al leer un email hoy. El finde tenemos intensivo de gordos. Suena mal llamarlo así, no? Pero me da lo mismo. Intensivo de gordos.

Digo que me divierto porque las sesiones de grupo se intercalan con actividad física. Y la actividad física no tiene por qué ser aburrida. En este caso han programado clases de samba. Y digo yo... ¿No es mucho más fácil adelgazar bailando samba que pasándolo mal? ¿No se adhiere uno más a un tratamiento atractivo que a un tratamiento espartano y austero?

La motivación que despierta en mi este tipo de actividades hace que tenga cada vez más ganas de llevar el tratamiento perfecto y que me conduzca a su fin.

Un fin que es salud, no solo un cuerpo, sino un cuerpo sano. ¿Qué mejor manera que en el sambódromo Ravenna?

Con cosas como esta se que el tratamiento no es caro. Se que es justo el precio que pagamos por un completo programa de actividades para gordos, pensadas para nosotros y con la intención de ayudarnos.

Y es que, la vida está hecha para disfrutar y divertirse, aunque sea dentro de un duro proceso de rehabilitación.

lunes, 7 de junio de 2010

Conflicto interno

uhmmm... Tengo un problemilla... Me he acostumbrado tanto a ir a mis terapias de gordos que necesito ir... Mañana tengo clase de chino a la hora a la que es el grupo... y tengo un conflicto interno. Creo que por una parte prefiero dejar el chino y así poder ir a los gordos, pero por otra parte me fastidia una vez más querer abandonar antes de terminar.

Tengo cierta tendencia a no terminar lo que empiezo, aunque creo que en este caso es mejor terminar mi tratamiento que mi curso de chino. Creo firmemente que los beneficios que me aportará este tratamiento son inmensamente mayores que los que obtendría del chino.

Y aquí me encuentro, un lunes pensativa. Mañana cuando salga de casa ya veré que rumbo cojo con el coche, el de chino o el de los gordos.

La princesa y el guisante


Un guisante, solo uno, pero no debajo del colchón, sino haciendo de despertador de mi yo adicta.

Así empieza mi post y es porque lo veo muy importante y sobre todo, NUEVO PARA MI.

Llevo un par de días pensando en algo que trabajamos en los grupos. Es la importancia de ese guisante de más. Siempre he pensado que un poquito no importa. Quizá me resulta más facil entender que un poquito de cosas calóricas si que importa, pero no tan facil entender que un poco más de lechuga, o ese guisante de más, IMPORTAN.

He podido ver físicamente como un guisante, el guisante, abre la puerta a todo lo demás que queremos comer. Porque si, queremos comer, no nos engañemos...

Así que como la princesa y el guisante nos puede llegar a resultar muy molesto. Ese guisante debajo del colchón, como molesta, y que consecuencias tiene.

Un solo guisante causa la catástrofe. Un solo guisante despierta el ansia, despierta al bicho. Un solo guisante lo echa todo a perder.

No quiero un solo guisante de más, quiero 40 kilos menos. ¿No es más importante el fin que el medio en este caso? El fin justifica los medios... cuantas veces usada esta frase para justificar cosas que sabemos que no están bien, Bien podríamos usarla para dejar de comer el guisante. Y en ese caso si, el fin justifica los medios.

Ni un guisante, chicas, ni un guisante de más.

domingo, 6 de junio de 2010

Buen Dia

Me encanta cuando tengo un dia tan bueno que no me hace falta pensar... ojala sean todos los días como hoy!

Me di cuenta de que mientras haga las cosas bien el resultado llegará, más rápido o más lento, pero llegará... nada más por hoy.

Un mes y 8'5 kilos menos.

sábado, 5 de junio de 2010

Prueba superada

Después de un mes exacto, he salido a comer fuera de casa.

Antes del proceso, la conclusión: en cualquier sitio nos pueden dar comida de dieta.

Esta fin de semana tengo invitados en casa. Ayer cenamos aquí, yo lo mio y los demás lo suyo. Sin problema. Esta mañana hemos decidido salir a comer fuera. En cuanto lo hemos planteado he puesto en marcha todas las estrategias que a lo largo de estos días he aprendido de las sesiones de grupo, porque estar en tratamiento no quiere decir dejar de tener vida social.

He seguido pautas muy cerradas:
1. He planificado antes de salir de casa lo que quería pedir, las horas, mi caldito...
2. Ni siquiera he mirado la carta para no despertar a mi bicho adicto.
3. He seguido un buen consejo y he dicho que era alérgica al aceite, para que no me lo pusieran en la ensalada ni en ningún ingrediente. (parece tonto, pero si dices que estas a dieta les da un poco igual, y si "amenazas" con un shock anafiláctico se asustan un poco y te hacen caso)

Puedo decir que ha sido una prueba superada con éxito. No pensé que sería tan sencillo. Quizá por mi planificación, o puede que por mi concienciación con el problema, no he tenido tentación alguna.

Se que tampoco hay que abusar de esta fuerza y dedicarnos a esponernos constántemente a comida, pero he descubierto que si tengo que hacerlo, PUEDO, si, PUEDO, una vez más es la palabra clave, PUEDO.

En cualquier otro tratamiento hoy hubiera comido las cosas de los demás, aunque fuera "para probar". Esa gran mentira, claro, si si para probar... de probar estoy como estoy.

También me ha ayudado mucho hacer cómplices de mi tratamiento a quienes me han acompañado. Antes de salir les he dicho lo que iba a comer y el apoyo es sorprendente. Me doy cuenta de que no es tan dificil que te ayuden, solo hay que pedirlo claramente. Nadie me ha ofrecido nada, han estado muy atentos a mi comida, mi tiempo, mis ingredientes. Han dado total normalidad a la situación.

¿Por que nos complicamos tanto la vida, cuando a veces es solo cuestión de decidir y comunicar? Quizá logre entenderlo algún día. De momento ya se que PUEDO y que PUEDEN AYUDARME.

jueves, 3 de junio de 2010

Para preparar el menú, no confíe en la 'tele'

Me ha parecido oportuno hacerme eco de esta noticia sobre nutrición publicada en El Mundo. No se trata de buscar culpables sino causas, y aquí tenemos algunas.

* Los alimentos que se anuncian exceden las cantidades recomendadas de grasa y azúcar


MADRID.- La televisión no es buena consejera en lo que a alimentación se refiere. Según un estudio, elaborar la dieta a partir de los productos que habitualmente se publicitan en el medio audiovisual es una apuesta segura por la nutrición desequilibrada.

"Los alimentos que se promocionan en los anuncios de televisión tienden a proporcionar un exceso de los nutrientes asociados con los trastornos crónicos (como la grasa saturada, el colesterol y el sodio) y una carencia de los componentes que protegen contra la enfermedad (como la fibra, las vitaminas A, E y D, el calcio y el potasio)", explican los autores de este trabajo publicado en la revista 'Journal of the American Dietetic Association'.

Dirigidos por Michael Mink, profesor de la Armstrong Atlantic State University de Savannah (EEUU), estos investigadores analizaron la publicidad emitida en 84 horas de programación estadounidense en horario de máxima audiencia y durante otras 12 horas de la mañana de los sábados en un periodo de 28 días del otoño de 2004.

En total, identificaron 3.584 anuncios, un 17% de los cuales correspondían a promociones de alimentos. Con estos comerciales en la mano, y gracias a un programa informático, los científicos evaluaron el perfil nutricional de cada uno de los productos promocionados.

Los resultados de su trabajo fueron claros. Elaborar una dieta de 2.000 calorías únicamente a partir de los alimentos publicitados en televisión suponía consumir "25 veces las raciones recomendada de azúcares y 20 veces lo indicado para las grasas". En cambio, quien ingiriera este particular régimen se quedaría con menos de la mitad de las raciones aconsejadas de verduras, lácteos y frutas.
Cantidades

"El exceso de azúcares y grasas era tan extenso que tomar sólo uno de los productos observados proporcionaría más de tres veces la ración recomendada de azúcares y dos veces y media la porción de grasas", subrayan los investigadores.

En su trabajo, estos autores también hacen hincapié en que la ingesta de estos productos supondría un exceso considerable de proteínas, sodio, grasa saturada y colesterol y, a la vez, una carencia de calcio, vitaminas, fibra y magnesio, entre otros nutrientes.

Las conclusiones de la investigación remarcan que el trabajo en ningún caso ha analizado los hábitos alimenticios que podrían resultar de una exposición prolongada a los anuncios alimenticios en televisión.

Sin embargo, "dado que nuestros hallazgos sugieren que la comida anunciada en televisión se desvían de forma considerable de las guías nutricionales", exponen los investigadores, "sería necesario que futuras investigaciones exploraran el grado en que la publicidad influye en las elecciones de los telespectadores y su comportamiento alimenticio", concluyen.

Por su parte, Jesús Román Martínez, presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, destaca que aunque la publicidad de alimentos en España no es tan agresiva como en EEUU -por lo que los resultados de este trabajo no serían completamente extrapolables a nuestro país- "sí es cierto que no puede elaborarse una dieta a partir únicamente de productos procesados, que es lo que más se promociona".

"Los alimentos básicos, como la fruta, la verdura o el pescado no aparecen en los anuncios y son fundamentales en cualquier alimentación", remarca este especialista, quien indica que "es fundamental fomentar la educación del consumidor para que aprenda a distinguir los productos menos saludables".

miércoles, 2 de junio de 2010

Para dar y tomar


Es increible la potencia que tiene el trabajo terapeutico en grupo. Hoy creo que hemos pensado mucho en lo que damos y lo que nos dan cuando compartimos este espacio y este tiempo.

Un sentimiento aislado es potente, mucho, lo vivimos a diario. Los sentimientos son tan fuertes que provocan cambios físicos. Si estoy triste, lloro; si estoy alegra, sonrío; y así con todo lo que sentimos.

Si esto lo multiplicamos por 2, 4, 8 ... La suma no es aritmática. Hablamos de aumento de la energía en un plano casi espacial. Sentimientos y emociones fluyen como la luz en el universo. Manejamos en pocos segundos miles de registros emocionales y, sabre todo, sabemos que podemos sentir.

Creo que estaba cegada, muy ciega para no ver tantas emociones vitales y quedarme siempre con la misma. Con todo el abanico emocional que existe ¿por que no escogemos en cada momento la respuesta más acertada?

Las emociones que los demás ponen en el grupo, las emociones que nos dan, que nos brindan, son ejemplo de respuestas múltiples. Un pantone emocional diría yo. Toda una gama de respuestas adaptativas que nos ofrecemos unos a otros de forma altruista.

¿Hay algo tan profundo como dar a alguien lo que siento? No puedo poner a lo que siento un lazo rojo, ni meterlo en un sobre, ni pagar mis facturas... pero puedo vivir.